La historia del primer nacimiento se remonta a la navidad del año 1223. Fue el conocido san Francisco de Asís quien inauguró esta tradición que perdura hasta nuestros días.
En Navidad celebramos a Jesús. Es Dios mismo, encarnado, nacido de María, quien vino al mundo en un establo; y un pesebre, que es donde comen los animales, hizo las veces de cuna.
En el libro "La infancia de Jesús" (2012), el papa Benedicto XVI explicó esta paradoja. Para la cultura de la época, nacer donde viven los animales era propio de gente irrelevante y miserable, pero “él no pertenecía a ese ambiente”, decía el pontífice. Traía una verdad nueva, que igualaría a ricos y a pobres, y para hacerlo se presentó de la forma más humilde posible.
De acuerdo con el relato de Tomás de Celano (1190-1260), biógrafo del santo, san Francisco pidió a un noble de aquella comarca llamado Giovanni Velita que se encargara de que la gente de la ciudad de Greccio pudiera ver cómo nació Jesús. Y lo hizo con estas palabras:
«Dáte prisa en ir allá y prepara prontamente lo que te voy a indicar. Deseo celebrar la memoria del niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno»
La escena se desarrolló en una cueva incrustada en un saliente de los montes Sabinos, a 665 metros de altitud, en lo que hoy es el santuario de Greccio; el lugar exacto ha quedado como una cripta, debajo de la iglesia del conjunto.
San Francisco no fue quien presidió la misa esa noche –ya que era Diácono–, pero sí dio un sermón sobre la Natividad ante un nutrido grupo de lugareños. A partir de ahí, para los franciscanos el pesebre se convirtió en un instrumento de predicación sobre la pobreza.
Resulta curioso que no se preocupara de representar al pueblo como testigo, pero sí de que hubiera un buey y un asno, cuya presencia en el portal está justificada por una profecía del Antiguo Testamento. En el Libro de Isaías se lee: “El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende”; es decir, que incluso dos animales eran capaces de reconocer lo que, por culpa de su arrogancia, los hombres no podían. Esto es lo que san Francisco quería reivindicar al incluir a estos animales en su dramatización, la pobreza de espíritu.
NACIMIENTO DE UNA TRADICIÓN
De la representación teatral y con personas reales se pasó muy pronto la realización de las figuras con diferentes materiales. En poco tiempo la tradición empezó a popularizarse, y en las ciudades italianas, durante los siglos XIV y XV, las iglesias se decoraban con belenes durante las celebraciones navideñas.
Al parecer, la primera forma moderna de belén se debe a san Cayetano de Thiene, que en 1534 ideó un pesebre con figuras de madera pintadas que iban cubiertas con ropajes de la época y cuya cabeza estaba hecha de terracota, cartón piedra o madera. Asimismo era habitual que en el interior de las figuras se introdujera un alambre con el objetivo de articular los miembros y facilitar de este modo el movimiento.
Al principio solo se colocaban nacimientos en las iglesias, pero en algún momento después del siglo XV la costumbre pasó a los hogares. En 1471 había un taller de figuritas en Alcorcón, el primero de muchos. Lope de Vega (1562-1635), por ejemplo, se preciaba de tener un belén en casa.
En América, por ejemplo, donde evangelizar de palabra a veces podía ser imposible, fue especialmente útil. El misionero franciscano Pedro de San José de Betancur (1626-1667) lo popularizó hasta el punto de ser considerado el padre del belenismo en el Nuevo Mundo.
LOS BELENES EN DIVERSAS CULTURAS (ver enlaces)
Son muchos los pesebres o belenes, que en distintos países y culturas, merecen un especial reconocimiento. Desde inmensos a pequeños; de hielo, paja, pan o queso; museos estables y asociaciones de belenistas. Conoce algunos:
[Video] El origen del Belén y los pesebres
800 AÑOS Y LAS INDULGENCIAS
Este año, 2023, se cumplen ocho siglos de esta primera navidad representada, que preparó San Francisco. Poco antes, el Papa había aprobado la regla de su comunidad, la Orden de Frailes menores, lo que esa Navidad se convertiría en una muy especial. Así, cada año y hasta el 2026, los Franciscanos irán celebrando un Jubileo especial.
De esta manera, los católicos podrán ganar una indulgencia plenaria desde el 8 de diciembre de 2023, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, hasta el 2 de febrero de 2024, fiesta de la Presentación en el Templo de Nuestro Señor Jesucristo, si rezan ante un pesebre en una iglesia franciscana.
Ha sido un regalo de la Conferencia de la Familia Franciscana, acogido por la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede, permitiendo a los fieles recibir esta indulgencia en las condiciones habituales.
CATEQUESIS DEL PAPA
El miércoles 20 de diciembre de 2023, en la Audiencia General en el aula Pablo VI de Roma, el Papa Francisco habló sobre el origen del primer pesebre de la historia.
El Papa Francisco visitó el Santuario de Greccio el 01 de diciembre del 2019. Ahí nos regaló la carta apostólica “Admirabile signum” explicando el significado y valor del belén, que te recomendamos leer aquí.
OTROS VIDEOS
[Video] 800 años de la Navidad en Greccio
[Video] Canción: "Navidad en Greccio" de Ricardo Crespo.
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