Profesores de Religión enfrentan grandes desafíos: estudio revela baja participación estudiantil, pero destaca la vocación docente
- ReligionUFT
- 14 ago
- 4 Min. de lectura
Una investigación inédita, impulsada por la Delegación Episcopal para la Educación y Cultura del Arzobispado de Santiago y el Instituto Escuela de la Fe de la Universidad Finis Terrae, entrega una radiografía de la situación de los profesores de religión católica en la arquidiócesis. El informe expone retos como el desinterés estudiantil y la falta de apoyo familiar, pero también destaca la resiliencia y compromiso que sostienen la labor educativa en el aula.

Un estudio que abre la conversación
En un contexto educativo cada vez más plural y secularizado, la Delegación Episcopal para la Educación y Cultura del Arzobispado de Santiago y el Instituto Escuela de la Fe de la Universidad Finis Terrae presentaron los resultados de un estudio inédito que retrata la situación actual de los profesores de religión católica en la arquidiócesis.
La presentación, realizada en la Universidad Finis Terrae, contó con la presencia de Mons. Alberto Lorenzelli, obispo auxiliar de Santiago y presidente del área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile; María del Pilar Moreno, directora del área Enseñanza de la Religión de la Delegación; Patricio Jaramillo, director del Instituto Escuela de la Fe; Marilú Matte, decana de la Facultad de Educación, Psicología y Familia; y Mónica Espina, de la División de Educación del Mineduc.
Radiografía de un escenario desafiante
La investigación, aplicada a 160 docentes con metodología cuantitativa y cualitativa, revela que un 28,5% reporta desinterés y baja participación estudiantil, cifra que se eleva al 47,2% en otros indicadores. Entre las causas destacan la falta de apoyo familiar, la escasa incidencia de la calificación en el promedio final y contextos institucionales que reducen lo religioso a la mera transmisión de valores generales.
El perfil docente muestra un cuerpo experimentado: 62% de los profesores supera los 45 años, el 93,7% son laicos y solo el 6,3% religiosos consagrados. La mayoría enseña en educación básica (45%) y media (35%), y más de la mitad trabaja en colegios particulares pagados.
Entre los principales desafíos, los encuestados mencionan la necesidad de metodologías pedagógicas innovadoras (34,3%), la falta de apoyo familiar (18,7%) y la atención a necesidades educativas especiales (10,2%). También preocupa la baja valoración por parte de algunos padres y apoderados, la inequidad salarial respecto a otras asignaturas y la dificultad para implementar el currículum EREC 2020 en entornos no confesionales.
Vocación que sostiene
Pese a este panorama, el estudio resalta un dato esperanzador: los profesores mantienen altos niveles de satisfacción personal y compromiso espiritual. Su vocación y fe se constituyen como recursos internos clave para sobrellevar los retos de la enseñanza religiosa.
Patricio Jaramillo subrayó el sentido de esta labor:
“La clase de religión, más allá de lo confesional, es un aporte para todo estudiante. Favorece la construcción de identidad y pertenencia, promueve el diálogo entre fe, vida y cultura, y entrega herramientas éticas para la vida cotidiana. Para los creyentes, es un espacio para vivir el Evangelio con coherencia y compromiso”.
Un compromiso institucional de largo aliento
El Instituto Escuela de la Fe, perteneciente a la Universidad Finis Terrae desde 2008, es un centro universitario especializado en educación religiosa y parte de las obras internacionales del Regnum Christi en Chile desde 1998. Su misión combina formación académica de excelencia —con cursos, diplomados, postítulos y magíster— con investigación, publicaciones y eventos académicos que responden a los desafíos educativos y evangelizadores actuales.
“Desde hace más de 25 años acompañamos la formación y actualización de profesores de religión y agentes pastorales, articulando redes nacionales e internacionales al servicio de la Iglesia y la sociedad”, destacó Jaramillo.
Renovar para seguir anunciando
Más allá de las cifras y diagnósticos, la presentación de este estudio abrió un espacio de reflexión y compromiso. Los datos revelan las tensiones que viven los profesores de religión: enseñar en contextos donde la fe no siempre es valorada, responder a exigencias pedagógicas cada vez más altas y encontrar caminos creativos para llegar al corazón de los estudiantes.
Para el Instituto Escuela de la Fe y la Delegación Episcopal para la Educación y Cultura, este no es un punto final, sino el inicio de un proceso. El estudio no solo ilumina la realidad actual; también traza un mapa de oportunidades: actualizar metodologías, fortalecer la alianza con las familias, y redescubrir el valor de la clase de religión como espacio de sentido, diálogo y transformación.
En este escenario, la vocación de los docentes se convierte en el motor que sostiene la misión. Ellos, con su testimonio y perseverancia, siguen sembrando semillas de fe y humanidad en medio de una sociedad diversa y desafiante.
Como recordó Mons. Lorenzelli, “el presente nos interpela, pero es el futuro el que nos convoca”.
Con este espíritu, los organizadores de la investigación invitan a las comunidades educativas, a la Iglesia y a la sociedad en su conjunto a seguir trabajando unidos. Porque la enseñanza de la religión no es solo un contenido más del currículo: es una propuesta de vida, una oportunidad para abrir horizontes y formar personas capaces de construir un mundo más justo, fraterno y lleno de esperanza.
Comentarios